Renfe El Clot-Aragó

La historia del crecimiento y desarrollo del Clot a partir del siglo XIX está especialmente relacionada con el ferrocarril.

La expropiación, primero, de terrenos para la construcción de las vías que llevarían el tren de Francia hasta Barcelona; la importancia creciente de la estación del Clot como punto de llegada de mercancías para Barcelona después; y, finalmente, la construcción de los antiguos talleres de RENFE donde hoy se levanta el Parc del Clot, favorecieron la progresiva desaparición de la actividad agrícola en el antiguo municipio, la posterior urbanización de calles y plazas y el nacimiento de un entramado de viviendas, comercios y también industrias alrededor de la estación del Clot, que significaron la revolución definitiva de la economía local.

Los operarios de RENFE llegaron con sus familias y se instalaron en los alrededores del trazado del ferrocarril, dando pie a nuevas construcciones de viviendas y a la adecuación de nuevos y variados servicios.

Hoy en día, a pesar de que estos talleres ya no existe, el Clot continúa siendo un importante nudo de comunicación ferroviaria de Barcelona y por la estación Clot-Aragón, existente desde que se inauguró la línea Barcelona-Mataró en 1848 - la primera del Estado español a la península - circulan cada día trenes regionales y de cercanías que unen el barrio con el centro de Barcelona y con numerosas poblaciones de dentro y fuera de Cataluña. 

Además, esta estación sirve de intercambiador de líneas del metro de la ciudad de Barcelona.