Torre del Fang

La Torre del Fang es una de las muestras que todavía perduran del pasado medieval del Clot. Ubicada en el cruce de la calle del Clot y Espronceda, cerca del trazado del antiguo Rec Comtal, la casa construida a finales del siglo XIII con sillares de piedra y barro (de aquí su nombre) ha sufrido diferentes intervenciones a lo largo de su historia, aunque todavía hoy se pueden reconocer en su fachada algunos elementos originales, entre ellos las ventanas.

Durante siglos, la Torre del Fang estuvo en manos de grandes familias terratenientes, como la del comerciante y banquero Galzerán Gualbes (S. XV), un reconocido miembro del Consell de Cent de la época. Vía donación, la casa pasó tiempo después a manos de la iglesia y algunos estudios históricos explican como durante el final de la Guerra de Sucesión en Cataluña (1713-1714) se convirtió en base del ejército borbónico para bombardear la ciudad de Barcelona.

A excepción de este episodio, todo apunta que la Torre del Fang tuvo desde sus inicios y hasta el 1922, un uso eminentemente agrícola que empezó a perder a partir de mediados del siglo XX cuando se iniciaron las expropiaciones de parte de sus terrenos para la construcción de la línea de ferrocarril a Granollers. La Torre se convirtió en las oficinas de Fomento de Obras y Construcciones hasta caer en el total abandono unos años después, en paralelo a la aparición a su alrededor del barrio de chabolas de La Perona.

En 1984, el Ayuntamiento de Barcelona compró la casa, la restauró y la catalogó como bien arquitectónico de interés local. Si embargo, desde hace más de una década, la Torre del Barro donde la leyenda "Cor Menjat" sitúa el hospedaje que eligió Dolça de Provença en su camino en Barcelona para casarse con Ramon Berenguer I, está cerrada. Los vecinos esperan que en breve el Ayuntamiento atienda sus peticiones y conviertan esta vivienda en la sede del nuevo archivo histórico y divulgativo de Sant Martí de Provençals.