Eix Clot

Eix Clot

Historia

Los barrios del Clot y del Camp de l'Arpa del distrito de Sant Martí forman parte de una unidad histórica. Antiguamente eran tierras de cultivo en las afueras de la Barcelona medieval, un pasado todavía visible gracias a la antigua masía de Can Miralletes al Camp de l'Arpa y que se conserva en algunos topónimos locales como por ejemplo el Clot de la Mel y la Sèquia Comtal, canal construido en el siglo X para el riego y el abastecimiento de agua a la ciudad.

El Clot es el casco urbano más antiguo de todo Sant Martí dónde, ya durante los siglos XIV y XV, se fueron formando conjuntos de viviendas y talleres de artesanos. Ubicado al antiguo municipio de Sant Martí de Provençals, independiente de Barcelona de 1714 a 1897, a mediados del siglo XIX el Clot ya se había consolidado como núcleo del pueblo. Por esto en el año 1877 la casa de la villa se levantó en este barrio.

El Camp de l'Arpa, parte del originario barrio de Muntanya de Sant Martí de Provençals, se empezó a urbanizar a partir del año 1845 sin posteriormente acogerse al plan Cerdà. Por eso es por lo que hoy en día todavía se conserva un entramado de calles con una estructura bien diferente de la cuadriculada típica del Ensanche. Durante el siglo XIX, tanto al Camp de l'Arpa como el Clot se asentaron fábricas como harineras, adoberias, industries textiles y de productos químicos, entre otras. A finales del siglo XIX los dos barrios ya habían cambiado su fisionomía y perdido buena parte del aspecto rural que los había caracterizado hasta entonces, adquiriendo en pocos decenios el aspecto de un centro industrial y obrero, gracias también a una considerable inmigración de toda Cataluña y de Aragón. Es en esta época de grandes cambios que las nuevas exigencias sociales determinaron la formación del importante y vital red asociativa que todavía hoy caracteriza al Clot y al Camp de l'Arpa, con algunas de las antiguas entidades todavía activas como, por ejemplo, el Fomento Martinenc, el Orfeón Martinenc y la Formiga Martinenca.

Otro elemento importante de la historia del Clot y del Camp de l'Arpa durante el siglo XIX fue la realización de la vía de tren y de la estación del Clot, hoy completamente sepultada. Durante el siglo XX, en correspondencia con la antigua vía del tren se abrió la Avenida Meridiana, que todavía es la línea divisoria principal entre el Clot y el Camp de l'Arpa, mientras que dónde se ubicaba la antigua estación RENFE hoy se encuentra el Parque del Clot, principal espacio verde al barrio y ejemplo de recuperación para la ciudadanía de espacios industriales que habían perdido su antigua función. Otro caso interesante de recuperación de edificios que habían perdido su función es la Farinera del Clot, convertida en centro cívico.

A partir de los últimos decenios del siglo XX, el Clot y el Camp de l'Arpa han modificado progresivamente su fisionomía industrial y obrera, convirtiéndose en cómodas áreas residenciales rodeadas por los testigos del pasado del barrio, como por ejemplo el Mercado del Clot, la antigua Escuela de Artes y Oficios hoy sede del IES Zafra, viviendas que siguen el modelo de los elegantes edificios del Ensanche y de otros más pequeños y sencillos, los cuales se conservan sobre todo en los pasajes del Camp de l'Arpa, auténticos rincones que sobrevivieron al siglo XIX. Esta memoria histórica, juntamente a las comodidades de los servicios y equipamientos contemporáneos, hacen del Clot y del Camp de l'Arpa unos barrios vitales y agradables tanto por vivir como por pasear y visitarlos.

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